En este 2008 que culmina, el ciclismo ha sido uno de los grandes protagonistas de las gestas deportivas colombianas.
Lo que parecía diluirse ante la falta de grandes resultados en las tres grandes pruebas por etapas del mundo, en donde tan solo Leonardo Duque se destacó en algo que no era habitual
para Colombia, el sprint, se recuperó ante las grandes actuaciones en campeonatos de carácter mundial.
Tres campeones del mundo: El sub-23 Fabio Duarte en la ruta, la junior Laura Abril en cross Country y la junior Mariana Pajón en Bmx crucero. La mejor cuota de campeones del mundo, y con tres jóvenes de 22, 18 y 17 años respectivamente, hablan muy bien de la tan ansiada renovación del ciclismo colombiano.
Como si fuera poco, Leonardo Páez fue cuarto en el mundial de marathon, Andrés Jiménez ocupó la misma posición en el bicicross olímpico, Maria Luisa Calle fue cuarta en la prueba por puntos en los olímpicos y Santiago Botero fue séptimo en la ruta olímpica.
Además, Páez repitió título en la Copa Mundo de marathon, evento en el cual es el único corredor en repetir título, Leonardo Duque y Leonardo Narváez ganaron la prueba por puntos y el keirin, respectivamente, en la Copa Mundo de Pista en Cali, que globalmente fue ganado por Colombia.
A nivel nacional, la Vuelta a Colombia ratificó el dominio boyacense con Giovanny Báez, El Clásico RCN sirvió para el lucimiento de Oscar Sevilla, quien por primera vez logra una victoria extranjera.
Antioquia dominó la pista en Colombia, con un importante repunte boyacense y el retorno de los vallecaucanos.
Boyacá ganó el ciclomontañismo en Juegos Nacionales, pero Cundinamarca ganó el campeonato nacional superando por una medalla de oro a los boyacenses.
Antioquia continuó dominando el bicicross nacional.
Colombia ganó el latinoamericano de bicicross, los panamericanos mayores y juveniles de pista y ruta, las Vueltas a Venezuela, Bolivia, Ecuador, y fue protagonista a nivel americano.
Infortunadamente se depende de unos pocos corredores para hacer grandes actuaciones en la ruta mundial, y ante la falta de competencias inscritas en el calendario americano, se cedió la supremacía en el continente, en donde ya no es tan fácil ganar, pues los organizadores han cerrado un poco las puertas, y cuando se puede correr, los rivales se unen en contra de los "cafeteros".
El ciclismo femenino y el juvenil, siguen siendo cenicientas, no cuentan con muchas competencias a pesar de alto nivel que presentan jóvenes y féminas, y a que hay mucho entusiasmo entre los corredores. Por lo tanto, no hay un verdadero seguimiento, que en realidad no ha habido durante mucho tiempo, y los procesos de selección en ocasiones no son los adecuados. Para eso, no hay sino que recordar que Mauricio Soler fue campeón nacional de contrareloj y no fue llevado ni a Panamericano ni a Mundial, a donde Colombia si asistió.
Las ligas siguen remando ante la falta de recursos, con excepción hecha de las de Antioquia y Boyacá, verdaderos ejemplos de promoción y trabajo en el ciclismo.
Sigue faltando promoción y control en las escuelas de ciclismo, para evitar que los ruteros tengan falencias técnicas que pueden acarrear derrotas cuando ya son elites.
Estos últimos puntos deberían ser puntos de trabajo para que la Federación Colombiana de Ciclismo, con continuidad o sin ella, trabaje porque recursos hay, y sería un pecado no invertirlos en quienes lo necesitan, es decir, en los ciclistas.
Feliz Año, y muchos éxitos al ciclismo colombiano en el 2009.
miércoles, 31 de diciembre de 2008
jueves, 27 de noviembre de 2008
Luto por Uriel Pérez y Jorge Ramírez
El ciclismo es un deporte peligroso... todos lo sabemos. Y en el fin de semana del 16 de noviembre quedó ratificado al presentarse un gravísimo accidente en desarrollo del XVIII Tour Ciclístico del Casanare, en el que fallecieron los corredores senior master boyacenses Uriel Pérez y Jorge Ramírez.
La muerte se vistió de tractomula, de imprudencia y de mala suerte... A pesar de contar con los permisos de cierre de vías parcial, y que la policía de Aguazul y Mani hizo lo posible, la tractomula se les "coló", aceleró a fondo para evitar que lo alcanzaran porque "tenía que trabajar", y se encontró al lote de la categoría A en una curva. La huella de la frenada se extiende por el carril izquierdo de la estrecha vía, y el torque generado por el remolque hizo que los ciclistas no tuviera escapatoria. Tan solo la divina providencia evitó que fueron muchos más los afectados...
Tal vez era algo que en las condiciones en las que se desarrollan muchas de las competencias en Colombia podría pasar... somos un pueblo que no hace caso a las normas y que no respeta la autoridad, y que mucho menos respeta a ciclistas, que solo están protegidos por su piel y una licra... y a veces por un casco...
Creo que se debería pensar en las mejores condiciones para la práctica y la competición ciclística, así sea la realización de menos trayectos en ruta y más en circuitos cerrados bien protegidos y que ofrezcan más espectáculo a los aficionados. De por si, en esos mismos días, la Vuelta del Porvenir tuvo que realizarse en condiciones realmente deplorables por la negativa de las concesiones al préstamo de las vías en cercanías a Bogotá... y se hizo en un circuito muy peligroso, que solo terminaron 22 de los más de 100 ciclistas que comenzaron... hace falta liderazgo para encontrar soluciones, y una mejor práctica para los miles de ciclistas que a diario arriesgan su vida en las carreteras colombianas...
La muerte se vistió de tractomula, de imprudencia y de mala suerte... A pesar de contar con los permisos de cierre de vías parcial, y que la policía de Aguazul y Mani hizo lo posible, la tractomula se les "coló", aceleró a fondo para evitar que lo alcanzaran porque "tenía que trabajar", y se encontró al lote de la categoría A en una curva. La huella de la frenada se extiende por el carril izquierdo de la estrecha vía, y el torque generado por el remolque hizo que los ciclistas no tuviera escapatoria. Tan solo la divina providencia evitó que fueron muchos más los afectados...
Tal vez era algo que en las condiciones en las que se desarrollan muchas de las competencias en Colombia podría pasar... somos un pueblo que no hace caso a las normas y que no respeta la autoridad, y que mucho menos respeta a ciclistas, que solo están protegidos por su piel y una licra... y a veces por un casco...
Creo que se debería pensar en las mejores condiciones para la práctica y la competición ciclística, así sea la realización de menos trayectos en ruta y más en circuitos cerrados bien protegidos y que ofrezcan más espectáculo a los aficionados. De por si, en esos mismos días, la Vuelta del Porvenir tuvo que realizarse en condiciones realmente deplorables por la negativa de las concesiones al préstamo de las vías en cercanías a Bogotá... y se hizo en un circuito muy peligroso, que solo terminaron 22 de los más de 100 ciclistas que comenzaron... hace falta liderazgo para encontrar soluciones, y una mejor práctica para los miles de ciclistas que a diario arriesgan su vida en las carreteras colombianas...
martes, 25 de noviembre de 2008
Juan Carlos López y Mauricio Ortega, grandes realidades del ciclismo colombiano
Aunque el campeón fue el español Oscar Sevilla, tal vez dos de los más grandes beneficiados del resultado final del Clásico RCN es la ratificación de las condiciones de dos enormes corredores antioqueños, fruto del proceso del Orgullo Paisa.
Mauricio Ortega, un salgareño que aunque no ganó ni Vuelta del Futuro, ni Porvenir, ni Juventud, si es el que más lejos ha llegado en el panorama nacional de los surgidos en el Orgullo Paisa. No incluimos aquí ni a Mauricio Ardila ni a Luis Felipe Laverde...
Ortega surgió el año anterior como la gran realidad, luego de estar al acecho en la Vuelta a Colombia, con aquel fortísimo ataque en la llegada a Piedecuesta, y soportar el ritmo de Santiago Botero en el ascenso a Letras.
En este año partió como el gran favorito tanto en Vuelta a Colombia como en Clásico RCN. En el primero, su compañero Giovanny Báez se coló en la fuga buena en La Vega, fue segundo en la crono y ya se hizo indestronable por su principal rival Hernán Buenahora, quien luego saliera positivo. Ortega, tercero en las fotos del final en Cali, se convirtió entonces en subcampeón.
Ahora, en el Clásico, perdió en franca lid frente a un español que encontró la confianza para vencer, por primera vez, la carrera radial. Pero Ortega es el ganador de la temporada, aunque no logró el triunfo en ninguna de las dos carreras, si fue el protagonista de excepción en ambas.
Además ganó por segunda ocasión la Vuelta a Antioquia.
Por su parte, Juan Carlos López, un antioqueño del oriente, que vive en la Ceja y quien si fuera campeón de la Vuelta de la Juventud, dándose el lujo de derrotar a Mauricio Soler, retornó a ese nivel que lo llevó al equipo aficionado del Saunier Duval, en donde ganó varias competencias españolas.
Pero una lesión lo alejó de ese nivel, el desánimo por no llegar a la plantilla profesional, y al final el retorno a Colombia, al equipo UNE, en donde encontró el escenario para recuperarse, y la confianza para retornar al nivel que muchos esperábamos.
López demuestra que de alguna forma hay que ser terco, perseverar y seguir intentándolo, pues las oportunidades pueden estar a la vuelta de la esquina...
Mauricio Ortega, un salgareño que aunque no ganó ni Vuelta del Futuro, ni Porvenir, ni Juventud, si es el que más lejos ha llegado en el panorama nacional de los surgidos en el Orgullo Paisa. No incluimos aquí ni a Mauricio Ardila ni a Luis Felipe Laverde...
Ortega surgió el año anterior como la gran realidad, luego de estar al acecho en la Vuelta a Colombia, con aquel fortísimo ataque en la llegada a Piedecuesta, y soportar el ritmo de Santiago Botero en el ascenso a Letras.
En este año partió como el gran favorito tanto en Vuelta a Colombia como en Clásico RCN. En el primero, su compañero Giovanny Báez se coló en la fuga buena en La Vega, fue segundo en la crono y ya se hizo indestronable por su principal rival Hernán Buenahora, quien luego saliera positivo. Ortega, tercero en las fotos del final en Cali, se convirtió entonces en subcampeón.
Ahora, en el Clásico, perdió en franca lid frente a un español que encontró la confianza para vencer, por primera vez, la carrera radial. Pero Ortega es el ganador de la temporada, aunque no logró el triunfo en ninguna de las dos carreras, si fue el protagonista de excepción en ambas.
Además ganó por segunda ocasión la Vuelta a Antioquia.
Por su parte, Juan Carlos López, un antioqueño del oriente, que vive en la Ceja y quien si fuera campeón de la Vuelta de la Juventud, dándose el lujo de derrotar a Mauricio Soler, retornó a ese nivel que lo llevó al equipo aficionado del Saunier Duval, en donde ganó varias competencias españolas.
Pero una lesión lo alejó de ese nivel, el desánimo por no llegar a la plantilla profesional, y al final el retorno a Colombia, al equipo UNE, en donde encontró el escenario para recuperarse, y la confianza para retornar al nivel que muchos esperábamos.
López demuestra que de alguna forma hay que ser terco, perseverar y seguir intentándolo, pues las oportunidades pueden estar a la vuelta de la esquina...
Oscar Sevilla y el "desquite" de Tunja
Sevilla, un español que nunca había venido a Colombia, encontró en la tierra de la cumbia, del café, de Gabo, Shakira y Juanes, el terreno ideal para lograr triunfos... y además encontró el amor de una colombiana que lo ancló a este país tan complicado, diverso, atrayente y hermoso.
Y encontró cabida en un equipo que surgió en menos de un mes, pero con hombres muy interesantes, veteranos y curtidos, que supieron competir frente a los más completos equipos colombianos y demostrar que se pueden hacer grandes cosas cuando la voluntad de varios se unen en un solo fin.
El equipo "Para Tunja lo mejor" fue la forma en que el Alcalde de Tunja, Arturo Montejo, se desquitó de la no llegada del Clásico RCN en respuesta a la negativa de vender cerveza Pilsen en la llegada de la Vuelta a Colombia, decisión que desató una agria polémica, en la que el gobernador de Boyacá amenazó con retirar a los equipos boyacenses de la Vuelta (más de 30 corredores), y las directivas de la Federación tuvieron que ceder. Tal vez no se entiende que los dos peores males que aquejan a Tunja son los altísimos índices de alcoholismo, sobre todo entre la juventud, y el desempleo. Montejo quiere cambiar esta situación, algo muy difícil, pues el boyacense acompaña cualquier cosa con una cervecita... o un aguardientico... pero es algo que hay que hacer, porque es muy triste ver tirados en las calles de Tunja a niños y adolescentes, durmiendo la borrachera.
Sevilla y Félix Cárdenas fueron los últimos en llegar al equipo, y rindieron lo que muchos no esperarían... Sevilla al final fue campeón, fue recibido, con sus compañeros, como héroes en Tunja, y ya se comprometió a seguir el año que viene, con una estructura que competirá en 8 o 10 competencias del calendario local, y que promete ser una de las grandes alternativas.
Sevilla encontró en Colombia el sitio para la reivindicación, para su propia reinvención y para echar raíces, porque ya pasa más tiempo en Bogotá que en España o en Estados Unidos, pues ha encontrado el amor de una mujer y el cariño de una afición que lo ve como un ídolo, un ejemplo y, ante todo, una gran persona.
Las vueltas que da la vida... y las oportunidades que se encuentran a la vuelta de la esquina...
Para culminar, adjunto alque que escribí para Pedaleando.com y para el foro parlamentociclista.tk
Sevilla y su amor por Colombia
Oscar Sevilla podría haber pensado que todos los colombianos eran rubios, de ojos claros y fornidos, como Santiago Botero, o morenos y curtidos como José Castelblanco, o dicharacheros pero calidosos como Carlos Contreras. O tal vez una mezcla de todos ellos.
Y cuando llegó a Colombia, en mayo del 2008, se encontró con que su idea no estaba muy lejos... había rubios, morenos, blancos, trigueños, negros, indígenas, y casi todos con un calor humano que poco había encontrado en todos los países a donde sus pedalazos lo habían llevado.
Y además encontró que en Colombia había muchas, muchísimas mujeres hermosas, y se enamoró de una de ellas, y encontró que había razones más fuertes que lo ataban a esta tierra: el amor de una mujer, la amistad de varios amigos y el ciclismo, un ciclismo exótico y de gran calidad.
Por eso siguió compitiendo, a pesar de todos sus quilates, en las competencias colombianas; ademáas de la Vuelta a Colombia, en donde fue campeón de la regularidad, en la Clásica Ciudad de Bogotá, en la Vuelta a Cundinamarca, en el Caracol de Pista (a pesar de nunca haber competido en pista!!!), y se vinculó a equipos nacionales que lo acogieron como una figura, una que no exigió mucho, que sólo quería hacer lo que más le gusta, lo que las circunstancias no le permitían hacer como él quisiera en otros países.
Y en Colombia encontró una camaradería y un ambiente en el que se siente cómodo.
A finales de septiembre, fue presentado como el gran refuerzo del novedoso equipo "Para Tunja lo mejor", patrocinado por la Alcaldía de Tunja, la empresa Proactiva, la alcaldía de Zetaquira, entre otros patrocinadores, y con el manejo de Ismael Sarmiento, quien fue el ciclista que más apoyo la idea, y prometió lucha y protagonismo, nada más. Sevilla llegó al equipo tunjano gracias a un consejo de Victor Hugo Peña, su gran amigo.
Una semana antes del viaje al Clásico, Sevilla viajó, en compañía de sus nuevos compañeros de equipo a la población boyacense de Zetaquira. Se integró con Ismael Samiento, Félix Cárdenas, Flóber Peña, Daniel Bernal, José Ibañez, Fabio Arenas, Angel Jiménez, Emiro Matta y Raúl Saiz, algunos a los que nunca había visto. Se quedaron un día en uno de los 123 municipios boyacenses, entrenaron, fueron a unas cascadas naturales y se bañaron. Y se dieron cuenta que tenían con qué pelear el Clásico.
Y lo pelearon... y lo ganaron...
Y encontró cabida en un equipo que surgió en menos de un mes, pero con hombres muy interesantes, veteranos y curtidos, que supieron competir frente a los más completos equipos colombianos y demostrar que se pueden hacer grandes cosas cuando la voluntad de varios se unen en un solo fin.
El equipo "Para Tunja lo mejor" fue la forma en que el Alcalde de Tunja, Arturo Montejo, se desquitó de la no llegada del Clásico RCN en respuesta a la negativa de vender cerveza Pilsen en la llegada de la Vuelta a Colombia, decisión que desató una agria polémica, en la que el gobernador de Boyacá amenazó con retirar a los equipos boyacenses de la Vuelta (más de 30 corredores), y las directivas de la Federación tuvieron que ceder. Tal vez no se entiende que los dos peores males que aquejan a Tunja son los altísimos índices de alcoholismo, sobre todo entre la juventud, y el desempleo. Montejo quiere cambiar esta situación, algo muy difícil, pues el boyacense acompaña cualquier cosa con una cervecita... o un aguardientico... pero es algo que hay que hacer, porque es muy triste ver tirados en las calles de Tunja a niños y adolescentes, durmiendo la borrachera.
Sevilla y Félix Cárdenas fueron los últimos en llegar al equipo, y rindieron lo que muchos no esperarían... Sevilla al final fue campeón, fue recibido, con sus compañeros, como héroes en Tunja, y ya se comprometió a seguir el año que viene, con una estructura que competirá en 8 o 10 competencias del calendario local, y que promete ser una de las grandes alternativas.
Sevilla encontró en Colombia el sitio para la reivindicación, para su propia reinvención y para echar raíces, porque ya pasa más tiempo en Bogotá que en España o en Estados Unidos, pues ha encontrado el amor de una mujer y el cariño de una afición que lo ve como un ídolo, un ejemplo y, ante todo, una gran persona.
Las vueltas que da la vida... y las oportunidades que se encuentran a la vuelta de la esquina...
Para culminar, adjunto alque que escribí para Pedaleando.com y para el foro parlamentociclista.tk
Sevilla y su amor por Colombia
Oscar Sevilla podría haber pensado que todos los colombianos eran rubios, de ojos claros y fornidos, como Santiago Botero, o morenos y curtidos como José Castelblanco, o dicharacheros pero calidosos como Carlos Contreras. O tal vez una mezcla de todos ellos.
Y cuando llegó a Colombia, en mayo del 2008, se encontró con que su idea no estaba muy lejos... había rubios, morenos, blancos, trigueños, negros, indígenas, y casi todos con un calor humano que poco había encontrado en todos los países a donde sus pedalazos lo habían llevado.
Y además encontró que en Colombia había muchas, muchísimas mujeres hermosas, y se enamoró de una de ellas, y encontró que había razones más fuertes que lo ataban a esta tierra: el amor de una mujer, la amistad de varios amigos y el ciclismo, un ciclismo exótico y de gran calidad.
Por eso siguió compitiendo, a pesar de todos sus quilates, en las competencias colombianas; ademáas de la Vuelta a Colombia, en donde fue campeón de la regularidad, en la Clásica Ciudad de Bogotá, en la Vuelta a Cundinamarca, en el Caracol de Pista (a pesar de nunca haber competido en pista!!!), y se vinculó a equipos nacionales que lo acogieron como una figura, una que no exigió mucho, que sólo quería hacer lo que más le gusta, lo que las circunstancias no le permitían hacer como él quisiera en otros países.
Y en Colombia encontró una camaradería y un ambiente en el que se siente cómodo.
A finales de septiembre, fue presentado como el gran refuerzo del novedoso equipo "Para Tunja lo mejor", patrocinado por la Alcaldía de Tunja, la empresa Proactiva, la alcaldía de Zetaquira, entre otros patrocinadores, y con el manejo de Ismael Sarmiento, quien fue el ciclista que más apoyo la idea, y prometió lucha y protagonismo, nada más. Sevilla llegó al equipo tunjano gracias a un consejo de Victor Hugo Peña, su gran amigo.
Una semana antes del viaje al Clásico, Sevilla viajó, en compañía de sus nuevos compañeros de equipo a la población boyacense de Zetaquira. Se integró con Ismael Samiento, Félix Cárdenas, Flóber Peña, Daniel Bernal, José Ibañez, Fabio Arenas, Angel Jiménez, Emiro Matta y Raúl Saiz, algunos a los que nunca había visto. Se quedaron un día en uno de los 123 municipios boyacenses, entrenaron, fueron a unas cascadas naturales y se bañaron. Y se dieron cuenta que tenían con qué pelear el Clásico.
Y lo pelearon... y lo ganaron...
martes, 14 de octubre de 2008
El ciclismo femenino colombiano poco a poco va creciendo
Para no pocos colombianos, las mujeres sólo deberían estar en la cocina. Una concepción machista proveniente desde mediados del siglo XX, y antes, que limitaba la proyección de la mujer para realizarse profesionalmente.
Y el deporte, sobre todo el ciclismo no son la excepción.
Muchos de los logros del deporte colombiano han sido obtenido por mujeres: Maria Isabel Urrutia, Mabel Mosquera, Maria Luisa Calle, Ximena Restrepo, Jacqueline Rentería, son clara muestra de ello.
Y el ciclismo no ha sido ajeno a estas demostraciones de pundonor de nuestras mujeres: Tres de los últimos títulos mundiales los han logrado damas: Maria Luisa Calle en pista, Laura Abril en ciclomontañismo y Mariana Pajón en BMX son la muestra de las ganas que le ponen las mujeres a un deporte tan rudo como el ciclismo.
Pero estos logros no han sido gracias al extraordinario apoyo que el país ciclístico le ha dado a sus mujeres ciclistas. Creo que ha sido a pesar de ese apoyo...
El ciclismo competitivo femenino tuvo un primer impulso a mediados de los 80 con la realización del Giro Femenino, con invitación a las grandes corredoras del mundo como Jeannie Longo, y la aparición de colombianas como Rosa María Aponte, Adriana Muriel, Luz Mery Tristán, Dorelly Tibaduiza, entre otras. Inclusive compitieron en el Tour de Francia femenino...
Pero la crisis económica del ciclismo cobró sus primeras víctimas en las damas, que desaparecieron del panorama nacional, y solo el advenimiento del ciclomontañismo, a principios de los 90, y la realización de los mundiales de ciclismo en Colombia, permitió que aparecieran ciclistas como Maritza Corredor, Maria Luisa Calle, Flor Marina Delgadillo y Martha Luz López, entre otras, que demostraron que se podía. Inclusive, Maritza ocupó el mejor puesto ocupado por una mujer en una prueba de ruta individual, el séptimo...
Pero el apoyo no ha aparecido decididamente... las corredoras adolescentes llegan provenientes del patinaje, o porque son muy tercas y se dan cuenta que la solución podría estar en competir fuera del país.
En el momento, más de 50 damitas cuentan con licencia de corredor de la Federación Colombiana de Ciclismo, lo que indica que poco a poco aumenta la presencia de mujeres ciclistas en los eventos colombianos. El estandarte lo porta María Luisa Calle, la medallista olímpica y mundial, pero hay más damitas pedaleando por el mundo: Laura Abril, Mariana Pajón, Diana García, Ashley Hinestroza, Viviana Maya, Flor Marina Delgadillo, Elizabeth Agudelo, Mónica Méndez, Damaris Gutiérrez, Laura Lozano, Melissa Cely, Sandra Gómez, Rocío Bernal, Lorena Vargas, Lorena Colmenares, Serika Gulumá, Angie Roa, Adriana Tovar, Jessica Mendoza, Victoria Galvis, Marcela Alfonso, Andreina Rivera, Claudia Castaño, Sindra Narváez, Andrea Botero, Milena Salcedo, Yesenia Narváez, son solo algunos de los nombres destacados.
El camino tiene que ser mediante el establecimiento de un calendario de ruta, pista y ciclomontañismo, la escogencia de una selección a partir de estos eventos, el seguimiento, un escalafón, unos estímulos para las corredoras, para las ligas que promuevan el ciclismo femenino, y de alguna forma buscar que las ciclistas puedan darse el lujo de vivir del ciclismo, mediante la creación de equipos de marca... será que estoy soñando mucho...
Y el deporte, sobre todo el ciclismo no son la excepción.
Muchos de los logros del deporte colombiano han sido obtenido por mujeres: Maria Isabel Urrutia, Mabel Mosquera, Maria Luisa Calle, Ximena Restrepo, Jacqueline Rentería, son clara muestra de ello.
Y el ciclismo no ha sido ajeno a estas demostraciones de pundonor de nuestras mujeres: Tres de los últimos títulos mundiales los han logrado damas: Maria Luisa Calle en pista, Laura Abril en ciclomontañismo y Mariana Pajón en BMX son la muestra de las ganas que le ponen las mujeres a un deporte tan rudo como el ciclismo.
Pero estos logros no han sido gracias al extraordinario apoyo que el país ciclístico le ha dado a sus mujeres ciclistas. Creo que ha sido a pesar de ese apoyo...
El ciclismo competitivo femenino tuvo un primer impulso a mediados de los 80 con la realización del Giro Femenino, con invitación a las grandes corredoras del mundo como Jeannie Longo, y la aparición de colombianas como Rosa María Aponte, Adriana Muriel, Luz Mery Tristán, Dorelly Tibaduiza, entre otras. Inclusive compitieron en el Tour de Francia femenino...
Pero la crisis económica del ciclismo cobró sus primeras víctimas en las damas, que desaparecieron del panorama nacional, y solo el advenimiento del ciclomontañismo, a principios de los 90, y la realización de los mundiales de ciclismo en Colombia, permitió que aparecieran ciclistas como Maritza Corredor, Maria Luisa Calle, Flor Marina Delgadillo y Martha Luz López, entre otras, que demostraron que se podía. Inclusive, Maritza ocupó el mejor puesto ocupado por una mujer en una prueba de ruta individual, el séptimo...
Pero el apoyo no ha aparecido decididamente... las corredoras adolescentes llegan provenientes del patinaje, o porque son muy tercas y se dan cuenta que la solución podría estar en competir fuera del país.
En el momento, más de 50 damitas cuentan con licencia de corredor de la Federación Colombiana de Ciclismo, lo que indica que poco a poco aumenta la presencia de mujeres ciclistas en los eventos colombianos. El estandarte lo porta María Luisa Calle, la medallista olímpica y mundial, pero hay más damitas pedaleando por el mundo: Laura Abril, Mariana Pajón, Diana García, Ashley Hinestroza, Viviana Maya, Flor Marina Delgadillo, Elizabeth Agudelo, Mónica Méndez, Damaris Gutiérrez, Laura Lozano, Melissa Cely, Sandra Gómez, Rocío Bernal, Lorena Vargas, Lorena Colmenares, Serika Gulumá, Angie Roa, Adriana Tovar, Jessica Mendoza, Victoria Galvis, Marcela Alfonso, Andreina Rivera, Claudia Castaño, Sindra Narváez, Andrea Botero, Milena Salcedo, Yesenia Narváez, son solo algunos de los nombres destacados.
El camino tiene que ser mediante el establecimiento de un calendario de ruta, pista y ciclomontañismo, la escogencia de una selección a partir de estos eventos, el seguimiento, un escalafón, unos estímulos para las corredoras, para las ligas que promuevan el ciclismo femenino, y de alguna forma buscar que las ciclistas puedan darse el lujo de vivir del ciclismo, mediante la creación de equipos de marca... será que estoy soñando mucho...
sábado, 11 de octubre de 2008
30 años de Vueltas a Cundinamarca y Boyacá
Dos competencias que nacieron cuando el ciclismo colombiano llegó a su adultez, a mediados de los 70, han cumplido 30 años en estos días...
La Vuelta a Cundinamarca y la Vuelta a Boyacá son los eventos de dos de las regiones más ciclísticas de Colombia... la del pionero de las Vueltas a Colombia y la que ha visto nacer a más ganadores...
Indudablemente su importancia radica en eso, en que son claves en el ciclismo colombiano, en que han visto nacer a muchos de los grandes corredores, en que han sido fundamentales para ciclismos tan fuertes históricamente, un poco más el cundinamarqués que el boyacense, o con realidades tan exitosas, y que han sabido soportar la crisis que vino después de los mundiales de 1995.
Han sido eventos que le han permitido a corredores pasar a la historia, y que a pesar de todos los imponderables que significan realizar ciclismo en los tiempos actuales, siguen escribiéndola, y que en este 2008 han contado con más de 100 corredores.
De alguna forma, al ser regiones vecinas, tienen una historia en común. Cundinamarca se ha nutrido de corredores boyacenses que, tal como lo hicieron muchos, emigraron a Bogotá y encontraron en el ciclismo la oportunidad de salir adelante. Y Boyacá es la región que más ha ganado en ambas competencias.
De admirar, entonces, que sus dirigentes hayan podido dar continuidad a estos eventos, ya que son pocos los que pueden darse el lujo de realizar 30 ediciones. Tan solo la Vuelta, El Clásico RCN, el Clásico Nacional de Turismeros y la Vuelta a Antioquia pueden decir que cuentan con más de 3 décadas de realización, lo que implica que ya son carreras maduras, que son el eje del ciclismo colombiano, y que por tanto deben ser tratadas así, configuradas como epicentros del calendario y sin que se crucen con ningún otro evento del ciclismo colombiano... creo que se lo merecen...
La Vuelta a Cundinamarca y la Vuelta a Boyacá son los eventos de dos de las regiones más ciclísticas de Colombia... la del pionero de las Vueltas a Colombia y la que ha visto nacer a más ganadores...
Indudablemente su importancia radica en eso, en que son claves en el ciclismo colombiano, en que han visto nacer a muchos de los grandes corredores, en que han sido fundamentales para ciclismos tan fuertes históricamente, un poco más el cundinamarqués que el boyacense, o con realidades tan exitosas, y que han sabido soportar la crisis que vino después de los mundiales de 1995.
Han sido eventos que le han permitido a corredores pasar a la historia, y que a pesar de todos los imponderables que significan realizar ciclismo en los tiempos actuales, siguen escribiéndola, y que en este 2008 han contado con más de 100 corredores.
De alguna forma, al ser regiones vecinas, tienen una historia en común. Cundinamarca se ha nutrido de corredores boyacenses que, tal como lo hicieron muchos, emigraron a Bogotá y encontraron en el ciclismo la oportunidad de salir adelante. Y Boyacá es la región que más ha ganado en ambas competencias.
De admirar, entonces, que sus dirigentes hayan podido dar continuidad a estos eventos, ya que son pocos los que pueden darse el lujo de realizar 30 ediciones. Tan solo la Vuelta, El Clásico RCN, el Clásico Nacional de Turismeros y la Vuelta a Antioquia pueden decir que cuentan con más de 3 décadas de realización, lo que implica que ya son carreras maduras, que son el eje del ciclismo colombiano, y que por tanto deben ser tratadas así, configuradas como epicentros del calendario y sin que se crucen con ningún otro evento del ciclismo colombiano... creo que se lo merecen...
Diez títulos mundiales en ciclismo para Colombia
Y en el 2008 ya van 3.
El ciclismo colombiano se consolida como el deporte bandera del país ante el mundo, porque sigue siendo vigente, en un universo que reúne a más de 80 países en un mundial, porque tiene presencia en Olímpicos, en las tres grandes competencias, y porque cuenta con más de 100 corredores en equipos extranjeros, siendo protagonistas y ganando.
El 2008 es un buen año. Puede que no se haya ganado etapa en las tres grandes, como en el 2007, o que no se haya sido protagonista de excepción en el Tour, como el año anterior con Mauricio Soler, pero se ha ganado el mundial de cross country damas junior, con Laura Valentina Abril, el mundial bmx crucero junior, con Mariana Pajón, y el mundial ruta sub-23, con Fabio Duarte, corredores que en promedio tienen menos de 20 años. Además, se ha ganado la Copa Mundo de Marathon, con Leonardo Páez, que cuenta con 26 años...
Esto, además, indica que hay futuro... muchos de los corredores en el exterior tienen menos de 25 años, y buscan la oportunidad de llegar a equipos más grandes, tal como la han tenido el propio Soler, Rigoberto Urán o Jaime Castañeda.
Pero en realidad, la fortaleza del ciclismo no viene de adecuadas políticas dirigenciales, ni del apoyo permanente del gobierno nacional, sino de la gran cantidad de corredores, surgidos de una afición todavía grande, que tienen calidad, fortaleza y ganas de surgir en un ambiente tan competitivo como el del ciclismo... y que lo logran...
Por encima de todo, el ciclismo colombiano vive porque hay niños que sueñan con ser ciclistas, y que, afortunadamente, son buenos como corredores... porque nos sigue faltando proceso, invertir precisamente en 100 niños para que aparezcan dos buenos, garantizarles condiciones dignas para que intenten ser corredores cuando tengan 25 años y, sobretodo, pensar más allá en 2 o 3 años, sino en 10 o 15...
De cualquier forma, que grandes son estos muchachitos, el cara de niño Duarte, la del piercing Abril y la tierna Pajón...
Más información en
http://www.pedaleando.com
El ciclismo colombiano se consolida como el deporte bandera del país ante el mundo, porque sigue siendo vigente, en un universo que reúne a más de 80 países en un mundial, porque tiene presencia en Olímpicos, en las tres grandes competencias, y porque cuenta con más de 100 corredores en equipos extranjeros, siendo protagonistas y ganando.
El 2008 es un buen año. Puede que no se haya ganado etapa en las tres grandes, como en el 2007, o que no se haya sido protagonista de excepción en el Tour, como el año anterior con Mauricio Soler, pero se ha ganado el mundial de cross country damas junior, con Laura Valentina Abril, el mundial bmx crucero junior, con Mariana Pajón, y el mundial ruta sub-23, con Fabio Duarte, corredores que en promedio tienen menos de 20 años. Además, se ha ganado la Copa Mundo de Marathon, con Leonardo Páez, que cuenta con 26 años...
Esto, además, indica que hay futuro... muchos de los corredores en el exterior tienen menos de 25 años, y buscan la oportunidad de llegar a equipos más grandes, tal como la han tenido el propio Soler, Rigoberto Urán o Jaime Castañeda.
Pero en realidad, la fortaleza del ciclismo no viene de adecuadas políticas dirigenciales, ni del apoyo permanente del gobierno nacional, sino de la gran cantidad de corredores, surgidos de una afición todavía grande, que tienen calidad, fortaleza y ganas de surgir en un ambiente tan competitivo como el del ciclismo... y que lo logran...
Por encima de todo, el ciclismo colombiano vive porque hay niños que sueñan con ser ciclistas, y que, afortunadamente, son buenos como corredores... porque nos sigue faltando proceso, invertir precisamente en 100 niños para que aparezcan dos buenos, garantizarles condiciones dignas para que intenten ser corredores cuando tengan 25 años y, sobretodo, pensar más allá en 2 o 3 años, sino en 10 o 15...
De cualquier forma, que grandes son estos muchachitos, el cara de niño Duarte, la del piercing Abril y la tierna Pajón...
Más información en
http://www.pedaleando.com
Suscribirse a:
Entradas (Atom)